martes, 9 de septiembre de 2008

Capricho de brindis

Son días como para festejar. Como para festejar que me quedarán por conocer como veintipico de discos del flaco Spinetta. Y que de golpe me encuentro con uno que no había escuchado y es bien Spinetta en la viola y en las letras (un tema que se llama "Lo que nos ocupa es esa abuela, la conciencia que regula el mundo"; otro se llama "Jugo de lúcuma"). Son días para festejar que reconozco a duras penas 50 caracteres chinos, cuando recién con 2.000 sería un chino medio, y con 5.000 un periodista chino. "Pelo todos los días apalecen nuevos calacteles", aclara mi profe nacida en Malasia que enseña mandarín en Junín y Perón. Son días como para festejar haber visto a Berugo con el Alcoyana-Alcoyana y darse cuenta de que eso ayuda a recordar los dibujitos. Son días como para festejar que sólo hace dos añitos y pico que conozco a mi guainita, o sea que no la conozco casi nada y ya me gustó.