domingo, 19 de julio de 2009

Sencillamente

Un día parece que volvés. Como patear de afuera del área. Parece que no pasa nada, pero un rebote te hace cambiar la racha. Así, terminan los días de nervios al costado del respirador, de médicos, de terapia intensiva. De esperar el parte diario para saber si el viejo se salva o no. La peep, la pafi, las mil presiones que tienen los pulmones, que no quieren arrancar, que no, que no, hasta que sí. Más de un mes después. Se despierta el hombre por partes. Dormir de corrido (tanto tiempo) no es bueno, aunque siempre se quiere seguir en la cama cuando suena el despertador. Más de dos meses después, las facturas que pasa el cuerpo. Respirar, tragar, caminar. Bien de cero. Se arranca de nuevo. Se corta la racha. Como patear de lejos. Parece que volvés. Y volvés nomás.