miércoles, 9 de septiembre de 2009

Religión anti telemarketing

Todos los días, el telemarketer llama. Un día para vender banda ancha de Speedy. No, gracias. ¿Y por qué? Insiste. No, ya tengo otra conexión. Insiste, por ahí se va. Al día siguiente, insiste de nuevo. Y si se cansa, otro, que ahora vende descuentos en las llamadas de larga distancia. No tengo ganas de hablar, me insiste, le explico pero sigue adelante. Es su trabajo. Arremete. Pregunta y repregunta. Cansa. Qué hacer. Y ahí, Dios. Sí, Dios puede frenar de seco la insistencia de un telemarketer. Al menos eso conseguí anteayer, cuando tras la presentación habitual, lo frené con un silencio primero y después:

- Ah, no. No, no. Mire, me acabo de convertir al budismo que me impide hablar con telemarketers. Perdonemé, pero no puedo seguir hablando con usted sin cometer pecado.

Del otro lado:

- Eh (...) disculpe, disculpe.

Y cortó.

Mi sueño es que en las bases de datos de todos los rompebolas del mundo -sí, ya se, que se ganan el mango con ese trabajo de mierda- aparezca mi nombre y abajo:

"No llamar. Budista"

sábado, 15 de agosto de 2009

Se finí

Last day en el diario Garsopa.
Dice la canción: "He escrito tanta inútil cosa..."

lunes, 10 de agosto de 2009

Con Néstor

¿Kirchner es un mafioso? Seguro. ¿Grondona es un mafioso? Claro. ¿Clarín es un monopolio incontrolable? No hay dudas. Néstor en algún momento se va a ir (lo más probable, en 2011). Grondona en algún momento se va a morir (se supone). Pero, ¿y el Grupo Clarín? Por eso, en esta de gángsters, me pongo la camiseta.
Se haga o no, muchos periodistas preguntan si está bien que el Estado "estatice el fútbol". ¿Por qué nunca preguntaron si estaba bien que una misma empresa auspicie el campeonato, monopolice el servicio de TV por cable y sea dueña de la única señal que transmite los partidos codificados y sin codificar? Basta de "domingoles" que transmiten partidos sin mostrar la pelota, enfocando gordos en la tribuna.

jueves, 30 de julio de 2009

El amor espera

Aunque tengo más miedito que entusiasmo, igual estaremos en la vuelta de Carlos. Parece que es en octubre.

domingo, 19 de julio de 2009

Sencillamente

Un día parece que volvés. Como patear de afuera del área. Parece que no pasa nada, pero un rebote te hace cambiar la racha. Así, terminan los días de nervios al costado del respirador, de médicos, de terapia intensiva. De esperar el parte diario para saber si el viejo se salva o no. La peep, la pafi, las mil presiones que tienen los pulmones, que no quieren arrancar, que no, que no, hasta que sí. Más de un mes después. Se despierta el hombre por partes. Dormir de corrido (tanto tiempo) no es bueno, aunque siempre se quiere seguir en la cama cuando suena el despertador. Más de dos meses después, las facturas que pasa el cuerpo. Respirar, tragar, caminar. Bien de cero. Se arranca de nuevo. Se corta la racha. Como patear de lejos. Parece que volvés. Y volvés nomás.

martes, 20 de enero de 2009

¿Vejez?

Antes, mis indeseados spam llenaban mi casilla de correo electrónico con títulos como "Fiesta en barco", o el fabuloso "Alquilo toro mecánico". Pero ahora abrí los ojos para constatar una realidad que acaso inconscientemente venía omitiendo: mis mails basura tienen asuntos que rezan "Basta de botellones de agua" o el más contundente "Viagra pills". Si es cierta la paranoica idea de que algún servidor, computadora o simplemente un hacker en decadencia nos espía y define nuestro perfil de consumidor virtual, debo admitir que en esa clasificación he atravesado una frontera. No cabe duda.

jueves, 15 de enero de 2009

Viste

Voz en el contestador:

- Ok, está todo arreglado. Empezamos desde el lunes, por el doble.

Viste.

miércoles, 14 de enero de 2009

About the mango

Hay muchos empleadores que usan la frase "hay que ponerse la camiseta". Casi siempre, detrás de ella ocultan la justificación de una paga más baja que la que correspondería en un mundo digno. La respuesta está en la misma frase. "Hay que ponerse". Y punto. A los que intentan vender que llevan adelante la "hazaña" de dar trabajo a cambio de un sueldo miserable, hay que ponerles un freno, a lo Gaby Alvarez, si hiciera falta. Hay que reaccionar sin pudor con un "¿Qué?", cuando dicen la cifra. Por eso, la frase 2009, a no asustarse, es: "Por esa plata, no".