domingo, 19 de julio de 2009

Sencillamente

Un día parece que volvés. Como patear de afuera del área. Parece que no pasa nada, pero un rebote te hace cambiar la racha. Así, terminan los días de nervios al costado del respirador, de médicos, de terapia intensiva. De esperar el parte diario para saber si el viejo se salva o no. La peep, la pafi, las mil presiones que tienen los pulmones, que no quieren arrancar, que no, que no, hasta que sí. Más de un mes después. Se despierta el hombre por partes. Dormir de corrido (tanto tiempo) no es bueno, aunque siempre se quiere seguir en la cama cuando suena el despertador. Más de dos meses después, las facturas que pasa el cuerpo. Respirar, tragar, caminar. Bien de cero. Se arranca de nuevo. Se corta la racha. Como patear de lejos. Parece que volvés. Y volvés nomás.

4 comentarios:

Margot dijo...

vamos harnos todavía! hasta que no le muestres un nieto, ése no se va. ejem...

Margot dijo...

ah, y te amo

Harnos dijo...

Y porfiado como bigote de gato, un día volví, medio chueco pero con ganas de comer asados. Se que me falta pero las ganas estan. Saludos.

Brigid dijo...

La vida te de sorpresas nomás...
Mientras el carro anda los melones se acomodan!!! Si las ganas están, la actitud es lo que cuenta!